Un coche está formado por una serie de sistemas que, en conjunto, hacen que el vehículo funcione. Ahora bien, este conjunto complejo necesita que todos los elementos funcionen de forma correcta. Dentro de todos los componentes, el motor es el corazón del coche, por lo que es vital su mantenimiento adecuado.
En este artículo te vamos a enseñar una serie de consejos que te ayudarán a aumentar la vida útil del motor de tu vehículo, evitando costosas reparaciones ¡Empezamos!
Conduce con suavidad
Seguro que, cuando estabas aprendiendo a conducir, tu profesor te instaba a tener un ritmo tranquilo (o puede que sea tu caso ahora mismo). Aparte de por tu propia seguridad, una buena razón para conducir sin acelerones ni frenazos es que evitaremos que la mecánica del motor sufra.
Aparte, los amortiguadores, frenos y otros componentes del vehículo lo agradecerán. Es más, también podrás ahorrar combustible, por lo que es todo ventajas.
Evita circular con el depósito de gasolina
Muchos conductores, sobre todo lo más experimentados, conocen bien su coche, por lo que saben cuantos kilómetros pueden recorrer con el aviso del combustible encendido. No obstante, esta es una práctica que habría que evitar.
Aunque los combustibles como la gasolina y el diésel tienen diversos procesos de filtrado, siempre contarán con sedimentos que se acaban almacenando en el fondo del depósito de combustible.
Si el tanque se vacía, estos sedimentos pueden entrar en el circuito de carburación, lo que puede desembocar en un problema del correcto funcionamiento del motor. Por ello, es recomendable conducir siempre con una mínima parte de gasolina en el coche, evitando al máximo que aparezca la luz del combustible.
Usa el aceite recomendado y cámbialo con frecuencia
Aunque no parezca relevante, el aceite es uno de los compuestos más importantes para el correcto funcionamiento del motor. En esencia, tiene dos funciones para con el motor: lubricación y retenedor de temperatura.
Los componentes del motor necesitan lubricación para funcionar correctamente. Además, con el aceite evitaremos su deterioro. Por otro lado, ayuda a contener las temperaturas altas que aparecen en el interior del motor.
El aceite que debemos usar es el que esté estipulado en el manual del fabricante. Este manual también nos dirá el momento en el que tenemos que hacer el cambio de aceite. En general, el cambio de aceite se debe hacer cada 5.000 kilómetros. No obstante, tenemos que ser observadores y, si vemos que el aceite actual está restando la vida útil de nuestro motor, habrá que hacer el cambio antes.
Presta atención al circuito de refrigeración
El circuito de refrigeración es otro sistema fundamental para el funcionamiento adecuado de nuestro vehículo. Por ello, hay que revisar el nivel del líquido refrigerante cada cierto tiempo.
Además, habrá que comprobar que no hay ningún tipo de fuga. Gracias al refrigerante, el motor no se recalienta, evitando daños irreparables; de ahí su importancia.
Respecto al tipo de refrigerante, hay que asegurarse de conocer cual es el recomendado para nuestro vehículo. Aparte, es recomendable que no cambiemos de marca.
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