Recuerdo la carta de un lector hace ya unos cuantos años en los que estaba emperrado por comprarse una furgoneta. Podría ser una excelente compra si no fuese por una sencilla razón: no necesitaba espacio. “Entonces, ¿para qué quieras una furgoneta?”, le pregunté. Y su respuesta fue: “por si algún día tengo que ir a comprar una televisión, o a por un mueble al Ikea…”.
Pues, salvando las distancias, esta misma premisa es la que debes seguir a la hora de elegir qué neumáticos le debes poner a tu coche, teniendo en cuenta que en la actualidad encontrarás neumáticos de verano (los ‘normales’ de toda la vida), de todo tiempo (con un buen compromiso en los meses más calurosos del año pero que en invierno te permiten circular sobre nieve sin cadenas, en muchos de los modelos) y de invierno (válidos sólo en los meses más fríos, y muy eficaces en nieve o hielo).
¿Qué neumático elegir?
Optar por un neumático completamente de invierno es sólo recomendable en el supuesto de que vivamos en una zona montañosa donde casi a diario nos encontremos con hielo, temperaturas inferiores a 7ºC o si es habitual que tengamos que circular con nieve. Si es así, instalar un neumático de invierno en noviembre y cambiarlos por unos de verano en abril, es lo ideal.
Ahora bien, eso te obligará a tener dos juegos de neumáticos, uno de verano y otro de invierno, de manera que tendrás que guardar el que no estés utilizando en algún sitio… A cambio, llevarás siempre el neumático más adecuado para cada época del año.
Sin embargo, muchos conductores tienen la duda de si optar por un neumático de todo tiempo o All Season o uno de verano. Por climatología, unos neumáticos todo tiempo parecen la opción ideal para toda la mitad norte de España y las zonas más montañosas del resto del país, pero lo cierto es que no siempre tiene que ser así.
Es cierto que un neumático todo tiempo es mejor que uno de verano con lluvia, frío o nieve, pero también lo es que, en seco y con unas temperaturas algo más elevadas, la capacidad de agarre de un neumático de verano debe ser superior, y eso también es seguridad en caso de frenazo o volantazo brusco, y por supuesto también lo será en caso de practicar una conducción más bien deportiva.
Por todo ello, si vives en una zona donde en invierno sea habitual moverse por debajo de los 12-14ºC, donde llueva con cierta asiduidad y donde es probable que tengas que circular de vez en cuando sobre nieve o con posibles heladas (por ejemplo, porque suelas ir a esquiar), un neumático todo tiempo es el indicado para ti.
Si por el contrario vives en una zona donde no llueve, donde las bufandas no son habituales y si la nieve la vez principalmente en la tele, lo más recomendable es que optes por un neumático de verano.
Lleves el neumático que lleves, recuerda que…
Independientemente de lo anterior, debes revisar la presión de tus neumáticos al menos una vez al mes, aunque tu coche tenga sensor de pérdida de presión. Ajústala en función de las condiciones de carga según los valores indicados por el fabricante (recuerda que estos valores vienen indicados en el umbral de la puerta, en la tapa del depósito o en el libro de usuario).
Por último, presta especial atención al desgaste del neumático, y debes ser consciente de que, aunque aún estén en buen estado y no hayan llegado al testigo de desgaste, cuanto más desgastados estén, menos capacidad para drenar agua tendrán en caso de lluvia intensa.
Por último, si observas que la goma de tus neumáticos está agrietada o cristalizada por el paso de los años, no dudes en acercarte a un taller especializado en neumáticos para saber si ha llegado el momento de sustituirlos, aunque no estén demasiado desgastados.
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